In a garden grown silent, where colors have faded and petals lie delicate upon the ground, there stands a lone blossom. Its beauty once vibrant, now a mere shadow of its former self. Yet, even in this state of decay, a curious sight unfolds. Tears, clear as crystal, glisten on the withered surface, a testament to the fleeting nature of life itself.
Each tear speaks volumes of a story unfolding, a narrative woven with threads of joy, sorrow, and acceptance. The flower, in its final hours, weeps for a time that has passed by, a poignant reminder that even the most vibrant hues eventually succumb to the inevitable embrace of darkness.
Flores marchitas
El dolor oculto se esconden entre las hojas amarillentas. Un una súplica ahogada emerge del jardín olvidado. Una espesa niebla envuelve la tristeza, dejando al dolor sin consuelo.
La tristeza en los pétalos marchitos
En el jardín silenciosa, donde las flores sucumben, los pétalos marchitos tejen una historia de luto . Cada hoja seca, cada tallo curvada es un poema a la here fugacidad de la belleza. Un manto de melancolía se extiende por el suelo, donde los pétalos caídos se abrazan . Es una canción de despedida, un susurro que recuerda lo precario de la vida.
El dolor de un corazón roto
Cuando el amor se apaga, cuando las promesas se desvanecen, un corazón inocente queda fragmentado. El sufrimiento se instala como una oscuridad en la vida, y las lágrimas se convierten en el único consuelo de un alma atrapada.
- El tiempo a veces pueden mendar las heridas, pero la cicatriz del amor perdido siempre quedará grabada en el alma.
Un amor que se desvanece como las flores
Como las ramas de una flor recién nacida, el sentimiento se mostraba brillante. Cada mirada era un gesto, cada palabra un susurro de pasión. Pero el tiempo, implacable como un aguacero torrencial, comenzó a marchitar la belleza del instante.
Los sueños que antes eran tan intensos se fueron atenuando. Las risas, antes frecuentes, se transformaron en silencios. Y el amor, como una flor sin riego, comenzó a desvanecer.
un Jardin Olvidado
En el relegado interior del jardín, donde la lucha contra el tiempo se libraba, se encontraban las lágrimas. Tears que surgen de el dolor de las flores olvidadas, que anhelaban el atención humano. Sus hojas se hundían bajo la carga de la ignorancia, y sus raíces buscaban en vano un salvación.
Las lágrimas, como esmeraldas, se deslizaban por el suelo, creando caminos de pena. Cada gota era un llanto que reprochaba la crueldad del mundo.
- Al interior de este
- jardín
- las
- lágrimas
- eran un recuerdo
Un aviso de que incluso en la penumbra, la dulzura puede encontrar una vía de manifestarse.